martes, 18 de septiembre de 2007

el mago zerez


EN ASCENSIÓN AL NANGA PARVAT

(Namche Bazar - la dimensión perdida)

(campamento base)

hay ojos que no ven esta parte del sueño / esta línea que separa la nieve del frío / este aroma que se clava en las manos
hace tiempo hubo un niño celeste que nos abrazó y entonces reímos como nunca antes / nos hemos vuelto unos neumáticos enredados con los alambres / pero tú
estás mirándonos de una parte extraña para nuestros ojos
de un silencio lacerante y blanco

esta vez nos hemos quedado desnudos de ti

(piolet perdido)

nos paramos en las esquinas mordiendo los postes de luz y los semáforos / un niño ha caído al suelo y todos hemos caído con él / una niña renegó de ella misma / una niña reniega de sí misma




(campamento 2)

es hora de terminar el día a escupitajos / incendiar las ciudades y los continentes

es hora de brincar del noveno peldaño hacia el mar más cercano de la aldea / no permitir que los zancudos hurten la comida / ni las penitencias / ni los regalos de pascua / ni menos interrumpir el dulce abrazo de nuestras madres y nuestras hermanas
eso sería todo por hoy / eso sería




(campamento 4)

una chica desnuda / un pájaro desnudo / una roca desnuda / una nieve desnuda / una arista desnuda / una desolación desnuda / unas nubes desnudas / el país de Chile desnudo y muerto de frío




(campamento 6)

ayer quise beberme ese sueño que sale de los subterráneos mineros de Lota / un cumpleaños a golpes / una grieta en la costilla perdida / una guerra declarada inocente y santa / un sol cabalgando la noche por el bien de la pesadilla reinante / una lágrima internacionalmente adicta / un grito a la velocidad de la sombra / el que nadie ve / el que nadie recuerda

ayer dejé mi corazón latiendo en la mesa de los anfitriones / esa mirada que ronda los pies del cerro / esa caída ocular y matricera / ese estado sicótico de la risa

no quiero devolverme por ese pasillo lúgubre / ni bajar los pies / ni hacerlos correr / ni brincar / ni hacerlos volar sobre el pantano / ni saltarme esa parte del dolor / ni entrar en la memoria / ni esperar que vuelva y nos abrace

ayer incendiamos la casa y los refrigeradores que caminaban mudos por la calle

(el asalto)

los cinco días han sido malditamente útiles / hubo noches que palidecí a muerte / en que los peces van aclarando la neblina mientras sus amantes se esconden tras las piedras

jamás estuve más cuerdo que hoy / en este lado del damasco
jamás percibí tanta injerencia de los muertos que me precedieron
ni los amigos que vi caer ni los que nunca se levantaron

esta vez me he salido del cubículo y del hocico de la ballena

(la cima)

hay una luz fría y extremadamente oscura


lunes, 30 de julio de 2007

guerrasexsevicia

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hay quienes no permiten que me vaya a dormir / la severidad de las cosas está desgastando los engranajes / nos hemos quedado solos y ebrios
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estamos contentos con nuestro destino barato

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los torpedos me hacen reír / mientras se descongela la sangre en los refrigeradores / estamos unidos al teléfono / por nuestro cordón umbilical

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quién anuda los pilares de mi casa / no he vuelto a ver las sonrisas anaranjadas que publicitaban en la tv / alguien se cayó del tercer piso / y todos gritaron como si el mundo se volcara de su eje / alguien me pide un cuarto de carne en polvo / que no concedo
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los departamentos por mi casa / están todos infectados de baratas / que parecen hombres

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- compadre / tiene un papelillo- muérete conchetumadre !
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un niño se ha robado un saco de estrellas / mientras los padres / pelean a mordiscos en el techo

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estamos en una madriguera con perfume a cementerio

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reniego absolutamente de mi barroquismo / absolutamente

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no sean estúpidos / la fuerza no está en la palabra

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hay mil abejas habitando destructivamente mi boca / tengo esta insinuación oficial de los adulterios / más de muertos acertijos que me hinchan la nariz / alguien puso el dedo equivocado en el ojo equivocado / que mis muertos sean únicos amerita la suspicacia / hay mil trescientas abejas con aguijones que pretenden una estadía en mi cama / después del parto y la balacera todos lloramos la ofuscada lágrima / mientras tanto es secreta esta artimaña suicida de la niñez / hay que encontrar el giro preciso y no la condenación de las cosas / absuelvo a los culpables y culpo a los inocentes / brindo pleitesía a los demonios y me burlo de los santos / un beso es una pesadilla absurda / demasiado absurda para tenerla presente / tengo tres mil abejas africanas ocultas en las orejas

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sé que soy de un linaje atroz y homicida / los abuelos me contaron la historia de los violadores / macabra reminiscencia / quizás la estupidez ya me haya consumado

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sé que soy de un linaje aborrecible / me culpo de los festejos inmensamente lóbregos / distanciarme de los colchones y los floreros / organizar mi muerte y romper el esquema tradicional de los tejidos a crochet / ser un seductor con la muerte y un fornicador con las vacas / me vuelvo un transfigura neumática y matronezca / el asalto está en el precipicio no en el ropero / desvestirme ebrio / besar ebrio / quién me culpa sino los culpables de mi origen / al que no le guste que se vaya al infierno

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ellos me vieron caer con las manos y los pies atados al concreto / hay un sinnúmero de atroces viajeros dispuestos a comprar mi intimidad obsoleta y discursiva / mañana nos ocuparemos de los canallas / mañana nos reiremos mordiéndoles la lengua que el impulso soporte el desequilibrio de lavarse la cara / que el vértigo no se falsifique y se done gratis a orilla de las cantinas / que el desdoblamiento esté sujeto a mi cinturón / que sean todas las madres libres de sus cumpleaños y libres de ellas mismas

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el helicóptero está roto como un calcetín en este aire poblado de hormigas / el helicóptero cae suicidamente sobre el techo de mi casa / un nueve de octubre de mil novecientos noventa y siete un diario decía
/-/ accidente ferroviario en las alturas / piloto iba pajareando / ebrio o drogado víctimas
/-/ un poeta absurdo y malolientemilagro !
/-/ piloto y perro acompañante / ilesos y felices
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en la atmósfera hay un trozo de mi cuerpo que no quiere caer

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el martillo es siempre una amenaza en la cocina

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me muerdo un ojo / me tiro yo mismo el arroz me hago pedazos el hocico a puñetes

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quién se atreve a decirnos que la poesía no se escribe así / a los que han pasado frío / a los que han pasado hambre

siren VI


en el río ella se baña junto a los peces plateados de la luna... lleva jazmines en su pelo... a los almendros le florecen blancas mariposas que luego aletean en sus mejillas... ella cierra los ojos y yo me alejo silenciosamente... pero la noche ha dejado abiertos los caminos... las aves palpitan sueños imperecederos... al otro lado del río los pescadores se despiertan con el crujir de los árboles los peces huyen hacia las únicas montañas visibles en la noche... el viento hace caer las hojas y las crisálidas... en algún rincón duermen los tigres asustados y débiles... pero a lo lejos... la lluvia apaga el día y se oscurece tan rápido que los sueños quedan a medio camino... ahora permanecen extraviados entre las montañas y las cascadas

siren XV - XVI - XVII


ella dice que ya no queda tiempo para mis ojos

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ella dice que los faroles han deslucido mi nombre

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ella dice que he perdido mi cercanía... mi delicadeza... ella dice que nuestros cuerpos son extraños cometas que concluyen... que desaparecen... que los reencuentros han sido fugaces momentos de luz en medio de la noche... entonces mi espíritu se aleja lentamente a los océanos verdes del tiempo... yo permanezco observando la luna que muerde los árboles... pero parece su voz tocar lo más íntimo de la noche y mi memoria... sentí perder la ternura del viento y de sus manos... entonces me alejé nuevamente a las montañas... permanecí los otoños abrazado por la nieve y los quebrantahuesos... luego sentí su risa en los lejanos atardeceres... pero los quebrantahuesos rehuían de mis palabras y mis deseos... decían que ya no pertenecía a ese mundo... que era otro huérfano de las calles y del miedo... como ellos... y que había deshabitado los sueños para emprender el último vuelo... entre las tinieblas... pero yo decía que aún extrañaba sus caricias y sus besos... a los quebrantahuesos les daba una ira terrible y emprendían vuelo... entonces cerré los ojos y me dormí

siren XXV

yo tuve unos ojos pardos... hermosamente pardos... unos ojos que brillaron bajo su sombra y bajo sus besos...

una noche en los campos grises... las luciérnagas entristecían sus manos y sus mejillas... en pueblos lejanos... los hombres se estrellan con sus cometas y con sus propios reflejos en los desiertos... las voces lo habían partido todo... porque eran voces inciertas simples artificios en una tarde que pretendía no quedarse... desaparecer entre los riscos y las tormentas... pero hubo luces en aquellos ojos... en aquellos labios... entonces las noches decidieron descansar hasta que el invierno concluyese... y se esfumara tras las colinas